Los bosques tropicales de África Central y sus habitantes sufren la expansión de las plantaciones de aceite de palma y caucho
mayo 1, 2019
Las plantaciones industriales de aceite de palma y caucho en la cuenca africana del Congo siguen sin respetar los derechos humanos y destruyendo grandes extensiones de selva tropical, según revela la Rainforest Foundation UK (RFUK) en un informe publicado hoy.
Las nuevas cifras revelan que 2018 fue el tercer peor año en pérdida de bosques tropicales desde que comenzaron los registros en 2002, el investigación [1], realizado por RFUK y sus organizaciones asociadas, descubrió que sólo tres plantaciones en Camerún y la República del Congo eran responsables de la destrucción de más de 20.000 hectáreas de bosque, una superficie dos veces mayor que París [2].
Entre las principales conclusiones del informe figuran las siguientes:
- La Atama en la República del Congo es propiedad de una serie de empresas fantasma, y se ha utilizado en gran medida como tapadera para extraer la lucrativa madera sin desarrollar la prometida plantación de petróleo.
- La Greenfil Un proyecto de plantación de palma aceitera en Camerún ha estado sumido en el secretismo y no ha llevado a cabo ninguna Evaluación de Impacto Ambiental y Social (EIAS) previa, como exige la ley, lo que supone una amenaza para un parque nacional propuesto.
- Plantación de caucho de Sudcam, también en Camerún, se estableció sin una ESIA previa ni el consentimiento libre, previo e informado (FPIC) de las comunidades locales, lo que llevó a la desplazamiento de las comunidades indígenas baka.
El informe también arroja nueva luz sobre el coste humano de la expansión agroindustrial en África Central, revelando cómo, a menudo vinculada a turbios acuerdos entre bastidores, la conversión de selvas ancestrales está aportando pocos de los beneficios económicos prometidos a las zonas rurales o a las economías nacionales, y dando lugar a conflictos.
Los miembros de la comunidad entrevistados por los investigadores de RFUK denuncian la transformación de sus bosques en plantaciones de monocultivos, la falta de consultas e indemnizaciones adecuadas, la escasez y mala calidad de las oportunidades de empleo para la población local, el impacto en las áreas protegidas cercanas, la contaminación y, en algunos casos, los conflictos sociales.
"Sólo vinieron a informarnos de que el gobierno había decidido que una empresa iba a entrar en nuestra comunidad... con funcionarios del gobierno intimidando a la población con sus rangos y títulos", dijo un miembro de la comunidad afectado por la plantación Sudcam".
Simon Counsell, Director Ejecutivo de la Rainforest Foundation UK, ha declarado
"Estos estudios de caso ofrecen una instantánea de lo que es esencialmente una venta a precio de saldo de los bosques centroafricanos que no está sirviendo ni a estos paisajes de importancia crítica ni al desarrollo económico de la región. Los gobiernos y los inversores deben darse cuenta de que no hay camino hacia el desarrollo sostenible de los bosques tropicales sin respetar los derechos de quienes viven en ellos y dependen de ellos."
[2] Según el análisis de imágenes por satélite de RFUK desde 2001 hasta finales de 2017.
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