En la República Centroafricana (RCA), en la cuenca del Congo, se ha asignado el primer "bosque comunitario" oficial, que otorga a la población local el derecho a gestionar y proteger su bosque.

En lo que representa un importante logro para los pueblos de los bosques de la República Centroafricana, país en el que el 80% de la selva tropical ha sido entregada a empresas madereras, tres comunidades del suroeste vieron aprobada la semana pasada su solicitud de bosque comunitario por el Ministerio de Bosques.

Con el apoyo de las organizaciones locales CAR y la Rainforest Foundation UK, (RFUK), los pueblos de Moloukou, Moale y Lokombe solicitaron conjuntamente hacerse con el control de casi 15.000 hectáreas del bosque de Lomba. El proyecto fue financiado por el Departamento de Desarrollo Internacional del Reino Unido.

La zona forma parte de una concesión en manos de una empresa maderera industrial, donde, hasta hace poco, era legalmente imposible asignar un bosque comunitario. Más de un año de defensa por parte de RFUK y sus socios locales dio como resultado, en enero de 2018, una autorización sin precedentes. Después, con un arrêté firmado el 25 de abril de 2019, por primera vez conocida en la cuenca del Congo, las comunidades recuperaron los derechos sobre los bosques que habían estado bajo el control de los madereros.

Bienvenu Kemanda, miembro de la sociedad civil de la República Centroafricana y consultor de RFUK, declaró:

"Deseo felicitar al gobierno de la RCA por esta decisión tan innovadora, así como a las comunidades que han superado sin descanso todos los retos (legales) a los que se han enfrentado durante el proceso de solicitud. Como pioneras, estas comunidades gestionarán ahora sus recursos para que esta experiencia sea un éxito duradero y sirva de ejemplo para muchas otras que no han podido garantizar sus derechos debido a la saturación de tierras.."

En palabras de Simon Counsell, Director Ejecutivo de RFUK:

"Esta decisión es una primicia muy importante para la cuenca del Congo. Este reconocimiento de los derechos de las comunidades sobre sus recursos supone un cambio radical para ellas y para la protección de los bosques tropicales. Es una oportunidad para poner a prueba la cogestión de los recursos allí donde los bosques ya han sido asignados a los madereros, y para fundamentar una reforma legal muy necesaria. Esperamos que allane el camino para que otros países con selvas tropicales adopten enfoques comunitarios innovadores similares para la conservación de los bosques.."