Comunicado de prensa: Los expertos del Congreso Mundial de Parques afirman que es necesario un cambio radical de enfoque en las áreas protegidas de la cuenca del Congo

noviembre 19, 2014

En un acto celebrado esta tarde en el Congreso Mundial de Parques, expertos africanos e internacionales han afirmado que las zonas protegidas de la cuenca del Congo están quedando por debajo de las expectativas tanto en lo que respecta a la conservación de la biodiversidad como a la ayuda a la población local [1]. El acto, organizado por la Rainforest Foundation del Reino Unido, ha puesto de relieve que, a pesar de los cientos de millones de dólares que se han gastado para apoyar los esfuerzos de conservación en la región, en realidad la biodiversidad parece estar disminuyendo, y las comunidades locales ven casi unánimemente las áreas protegidas como una amenaza para sus derechos y sus medios de vida, y una fuente de conflictos [2].

Aili Pyhala, investigador de la Universidad de Helsinki que ha investigado la eficacia de las áreas de conservación en la cuenca del Congo para RFUK, declaró: "Aunque en la cuenca del Congo se invierten cientos de millones de dólares de financiación extranjera en medidas estrictas y verticalistas de protección de la naturaleza, las pruebas científicas de su eficacia son extremadamente escasas y a menudo inaccesibles. Existe un número preocupante de concesiones madereras, mineras y de explotación petrolífera asignadas dentro y alrededor de las zonas protegidas existentes, pero se sigue prestando más atención al control de las poblaciones de fauna salvaje que a abordar los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales que han vivido en estos bosques y los han salvaguardado durante incontables generaciones. Para que la conservación en África central tenga éxito, es necesario reconocer, respetar y garantizar los derechos de las comunidades locales, incluidos los derechos consuetudinarios a la tierra y los recursos, así como a la gobernanza, las cosmovisiones, los valores y las prácticas."

Julien Mathe, Presidente del Grupo de Acción para Salvar al Hombre y el Medio Ambiente (GASHE), una ONG de la provincia de Ecuador, en la República Democrática del Congo, declaró: "Los mapas que hemos hecho de nuestra selva local en la Reserva de Tumba-Lediima muestran que los clanes locales reclaman todo este territorio como suyo, y que lo habían estado protegiendo mucho antes de que llegaran los conservacionistas. El Gobierno congoleño y WWF se han comprometido a reconocerlo y a implicar a las comunidades locales en las decisiones de gestión de la reserva. Ahora tienen que respaldar este compromiso con acciones concretas".

Ana Osuna, de Rainforest Foundation UK, ha declarado: "Las comunidades locales se ven desproporcionada e injustamente afectadas por las medidas contra la caza furtiva, al tiempo que se permite la realización de actividades perjudiciales, como la tala y la minería, alrededor y dentro de las zonas protegidas de la selva tropical de Camerún. La vigilancia agresiva de las zonas protegidas también ha dado lugar a abusos de los derechos humanos. Esto no sólo es injusto, sino también ineficaz para proteger la naturaleza".

Diane Russell, de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, que ha trabajado mucho en la cuenca del Congo como antropóloga y conservacionista, reflexionó sobre las presentaciones y propuso ideas para avanzar en la conservación comunitaria en la región. En su opinión, las zonas protegidas y las especies que albergan son un rico patrimonio para la población que puede formar parte de un planteamiento de desarrollo rural basado en los derechos. La cartografía comunitaria es una herramienta poderosa tanto para la conservación basada en la comunidad como para el desarrollo rural: sienta las bases para colaborar con el gobierno y el sector privado y para elaborar opciones económicas viables.

FINES/

Notas a los redactores

1] El Congreso Mundial de Parques de la UICN es un foro mundial de referencia sobre áreas protegidas que se celebra cada 10 años. Como la reunión más influyente del mundo de personas involucradas en la gestión de áreas protegidas, establece la agenda global para la siguiente década. Uno de los resultados del Congreso de 2014 será la redacción de un Nuevo Pacto Social, a través del cual se articularán principios y acciones para cambiar el comportamiento humano, cambiar la voluntad política y definir un nuevo enfoque para lograr una conservación exitosa y socialmente justa. En 2003, el Acuerdo de Durban creó un acuerdo internacional que abogaba por "un nuevo paradigma para las áreas protegidas" en el que los derechos e intereses de las poblaciones locales deberían integrarse plenamente con los objetivos de conservación.

[2] El informe completo puede descargarse aquí.

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