Bosques fracasados: El emblemático programa REDD+ del Banco Mundial diez años después

11 de diciembre de 2017

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Más de una docena de ONG ecologistas han escrito hoy al Banco Mundial para pedir la suspensión de su programa insignia de reducción de emisiones derivadas de la deforestación y la degradación de los bosques tropicales (REDD+) en su décimo aniversario, expresando su preocupación por el hecho de que el programa aún no haya evitado que un solo gramo de carbono forestal entre en la atmósfera.

El Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques (FCPF, por sus siglas en inglés) se lanzó formalmente en la conferencia de la ONU sobre el clima celebrada en Bali en 2007 con el objetivo de establecer un sistema basado en el mercado para pagar a los países en desarrollo por evitar las emisiones de carbono derivadas de la pérdida de bosques. Los gobiernos de Noruega, Reino Unido y Alemania, junto con otros donantes, han comprometido más de 1.400 millones de dólares al FCPF.

Sin embargo, las ONG afirman en la carta al Presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, que el programa no puede señalar un solo árbol que haya salvado en la última década.

Además, afirman que los esfuerzos de preservación de los bosques a través de los programas REDD+ están golpeando con más dureza a los más pobres, destacando el aumento de informes sobre abusos de los derechos humanos contra los pueblos indígenas como resultado de conflictos por los derechos sobre el carbono o de la aplicación de mano dura en la conservación.

Además de las preocupaciones medioambientales y sociales, las ONG afirman que la lógica económica del FCPF, y de REDD+ en general, se está desmoronando. Esto se debe principalmente al escaso interés que despiertan los mercados de carbono que el FCPF pretende poner en marcha, así como a los bajos precios del carbono, insuficientes para incentivar la escala de protección forestal necesaria.

A pesar de todo, el FCPF ha gastado decenas de millones de dólares en costes administrativos durante la última década que, en su lugar, podrían haber financiado directamente medidas de protección forestal.

Las ONG temen que las crecientes presiones sobre el FCPF para que "muestre resultados" puedan llevar al Banco y a sus inversores a seguir adelante con la generación de "créditos de carbono forestal" que podrían resultar fraudulentos o estar implicados en el abuso de los derechos de las poblaciones locales en los bosques tropicales.

Simon Counsell, Director Ejecutivo de la Rainforest Foundation UK, ha declarado

"En lugar de apuntalar programas REDD+ mal diseñados y extremadamente ineficaces como el FCPF, la comunidad internacional debería centrar sus esfuerzos en apoyar a los pueblos indígenas y otros habitantes tradicionales de los bosques para garantizar los derechos legales sobre sus tierras. Empoderar a los que están en primera línea es ahora generalmente aceptado como la estrategia más eficaz para la conservación de los bosques".

La carta completa al Banco Mundial está disponible aquí.

Actualizado (19 ene 2018): Desde entonces, el Banco Mundial ha compartido una respuesta a la carta mencionada, disponible en aquí.

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