El modelo de "bosques comunitarios" en la RDC ofrece una oportunidad sin precedentes para que las comunidades aseguren, gestionen y protejan legalmente sus bosques tradicionales. Sin embargo, para garantizar unos resultados equitativos y sostenibles, es necesario que sean las propias comunidades las que los desarrollen, con procesos activamente integradores que garanticen que la información obtenida sobre la tenencia de la tierra y los patrones de uso de la tierra sea precisa y refleje los intereses de todos los miembros de la comunidad.

Este es especialmente el caso de las mujeres, que a menudo se enfrentan a barreras estructurales y culturales que dificultan su participación y cuyo papel en la gestión de los recursos forestales suele carecer de reconocimiento. Las normas y costumbres tradicionales suelen obligar a las mujeres a depender de los hombres para acceder a la tierra y los recursos, lo que puede limitar su poder y su voz en la gestión comunitaria y las estructuras de toma de decisiones. Este problema se ve agravado por la desigual división del trabajo entre hombres y mujeres en muchas comunidades forestales, en las que las mujeres asumen responsabilidades como productoras agrícolas y también en el hogar. Esto conlleva una gran carga de trabajo y falta de tiempo, lo que limita aún más la participación de las mujeres en la silvicultura comunitaria.

No obstante, existen medidas prácticas para derribar estas barreras a la participación de las mujeres. En la RDC, nuestras organizaciones asociadas GASHE, GeoFirst y PREPPYG se aseguran de que las actividades sobre el terreno, como los grupos focales o la cartografía participativa, se lleven a cabo primero con las mujeres, para que sus voces puedan ser escuchadas. Otra buena práctica consiste en celebrar las reuniones en las aldeas a horas del día que resulten convenientes para las mujeres participantes, y organizar la preparación de las comidas para que las mujeres puedan asistir a las reuniones comunitarias. La participación en iniciativas de silvicultura comunitaria también ofrece a las mujeres una vía para promover y defender las cuestiones de género a nivel provincial y nacional, como en la Mesa Redonda Nacional sobre Silvicultura Comunitaria de la RDC. A través de la mejora de la participación de las mujeres en la vida pública y el apoyo a su acción colectiva y a la creación de redes, se crea capacidad para fomentar la aparición de liderazgo femenino y alentar el cambio de actitud hacia la superación de los estereotipos discriminatorios dentro de las comunidades y a mayor escala. Con la adopción del Decreto de Silvicultura Comunitaria en 2014, decenas de millones de hectáreas están ahora potencialmente disponibles para desarrollar modelos de gestión forestal comunitaria, lo que representa una enorme oportunidad no solo para transformar las vidas de las comunidades forestales de todo el país, sino también las de las mujeres de la RDC. 

La "Actividad Bosques para el Futuro" es posible gracias al generoso apoyo del pueblo estadounidense a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), así como de la Agencia Noruega de Cooperación para el Desarrollo (NORAD). Su ejecución corre a cargo de RFUK y sus socios, a saber, CAGDFT, APEM, GASHE, GeoFirst Development, PREPPYG y RCREF. El contenido de este artículo es responsabilidad de RFUK y no refleja necesariamente las opiniones de USAID o del Gobierno de Estados Unidos.